LAS FALACIAS DEL GOBERNADOR

El gobernador de Loreto, Juan García Ruiz, dijo que la paralización programada para este 9 de julio será “un fracaso”. Para García, el país esta creciendo económicamente, está disminuyendo la pobreza y el gobierno está llegando a los lugares más alejados a través de distintos programas sociales. “Económicamente estamos por encima de Chile, e internacionalmente estamos bien vistos porque llegó el shock de inversiones, y el turismo esta creciendo cada vez más, pero cuando hay paro la gente se detiene a preguntar: ¿Qué esta pasando en el Perú?"

El señor Juan utiliza bastante la palabra “crecimiento”. Dice que económicamente estamos por encima de Chile. Me parece una falta de cultura (y lectura) y una de las mentiras más grandes del año. Chile no sólo nos lleva 30 años de diferencia en desarrollo, sino que su política económica es una de las más libres en Sudamérica y el resto del mundo (puesto número 16 en el ranking de países con mayor índice de libertad). Que el Perú “ostente” un crecimiento anual del 8%, no quiere decir que su economía sea mayor que la chilena, la cual maneja capitales exorbitantes en nuestra patria. Dice que el turismo esta creciendo cada vez más. El turismo es algo que le compete a la empresa privada, no al gobierno. Al gobierno le compete dar seguridad, justicia y ejecutar obras públicas.

Dice que cuando hay paro la gente se detiene a preguntar: ¿Qué esta pasando en el Perú? Lo que pasa es que vivimos en la mentira de AGP, quien a través de encuestas manipuladas, algunos recortes presupuestarios de pagos y maniobras neoliberales en la economía peruana, hace pensar que el Perú está siguiendo el camino correcto a su desarrollo, cuando en realidad sólo están atrasando más el despegue en la microeconomía. Es decir, ahorra dinero de otros sectores para hacer ver que hay un crecimiento en las arcas fiscales, invita a grandes empresas extranjeras a invertir haciendo ver un clima favorable para la inversión (con beneficios tributarios incluidos, cuando debería ser igual para todos), realiza convenios y tratados de comercio con países americanos y europeos (cuando estos deberían ser entre empresarios).

No es mentira que los más pobres son los más afectados en nuestra nación, pero creer que un paro puede cambiar eso también es una falacia. A lo largo de la historia de la humanidad, los gobiernos dictatoriales, así como la asunción de mandos mediante insurgencias populares, han derivado en políticas de corrupción y malos manejos de los recursos del estado. El creer que un país puede funcionar desde el punto de vista de unos cuantos no es la salida. Si realmente se quiere hablar de igualdad, deberíamos comenzar por pedir una plena libertad financiera para todos, no sólo para los que la pueden pagar. En estos tiempos no estamos para paros. La inteligencia del ser humano se prueba en sus ideas las cuales terminan en acciones. Pero medidas radicales de lucha hacen perder el horizonte de cambio, además de generar desorden y caos.

Si quieren parar los de la CGTP y otros gremios que lo hagan, de eso se trata la democracia (libertad de escoger la mejor opción respetando el derecho de los demás), pero que no obliguen a la gente a parar por la fuerza bruta. Ya no vivimos en la edad media, o en la ley del más fuerte (anarquía). Vivimos en un mundo que goza de democracia, libertad, respeto a los derechos de la persona, cooperación internacional, tecnología y ciencia. Porque no buscamos crear una política que nos saque a todos de la pobreza y el desempleo, no sólo pensemos en los más pobres, aunque son una gran mayoría, el país está conformado por 28 millones de habitantes. Porque si todos queremos alcanzar el éxito en la vida, debe ser para los 28 millones de hombres y mujeres que viven en estas tierras y que se quedan en su patria esperando un cambio. Un cambio que aún no llega.