sábado, 15 de diciembre de 2007

UNA SOLUCIÓN INMEDIATA PARA LA POBRE EDUCACIÓN

Hablaba con un amigo – muy querido – de mi adolescencia, Carlos Valles, quien actualmente estudia economía en la Universidad Marroquin de Guatemala – una de las mejores universidades latinas con base liberal - sobre la importancia de la educación en un país. Como es de conocimiento público hace años, nuestro país ostenta el penúltimo lugar a nivel educativo – solo superamos a Bolivia – lo que ha convertido a este sector en el soporte deficiente para el desarrollo de nuestra sociedad. Los gobernantes presidenciales que han tenido la oportunidad de dirigir las riendas de todo un pueblo, no han invertido lo suficiente para asegurar una educación moderna, científica y tecnológica. La masificación del Internet, los programas sofisticados de informática y el libre acceso a la información, han creado una corriente de estudiantes con mejores oportunidades de desarrollo y aprendizaje académico.

He escuchado decir a muchas personas que la educación es la base de la sociedad, bueno, si fuera así, ya tendríamos un país con la mayoría de problemas resueltos y con una economía boyante para todos. En los colegios la preocupación de los docentes es más por los sueldos que por las técnicas pedagógicas de enseñanza e incluso, el plan curricular regional no se hace teniendo en cuenta las costumbres y ventajas de los alumnos amazónicos. La educación ha sido siempre la última rueda del coche – como se dice en el argot nacional – pero nunca se ha buscado solución para el problema; en otros países, los gobiernos se preocupan por explotar las potencialidades de sus educandos en cuestiones informáticas, es decir, enseñándoles a manejar las nuevas tecnologías, los nuevos programas y las herramientas de Internet; ¿qué ha motivado esto? que los mismos alumnos se encarguen por su auto-educación, que ellos mismos investiguen todas las tendencias, las nuevas teorías y lo demás – que consideren – faltante en su aprendizaje.

La lectura es otro de los puntos flojos del plan escolar peruano, algo primordial en el ser humano, los niveles de retención lectora son bajísimos, ni que hablar de la comprensión. El problema radica en que no se le enseña al alumno la afición por la lectura, no se le enseña cuan importante es conocer para la vida cotidiana - no solo para el colegio - además, las bibliotecas de las escuelas públicas mantienen libros obsoletos y escasos, ósea, una raya más al tigre. La escritura, faltas ortográficas y pésima caligrafía, son algunos de los problemas que se presentan en las universidades, con alumnos que han pasado 11 años en un colegio y apenas saben escribir y leer, ojo, no todos, pero si la gran mayoría de estudiantes de colegios públicos, y uno que otro, de colegios privados.

Tres pilares esenciales para el estudiante: manejo de nuevas tecnologías, lectura y escritura; ¿qué esta haciendo el gobierno para mejorar estas deficiencias? Aparentemente nada, más que regalar laptops a los profesores con facilidades de pagos y obsequiar a los alumnos unas computadoras personales que parecen de juguete. Se les da las herramientas, pero no lo más importante, el manejo. El problema se hace más evidente en provincias, donde la inversión estatal es ínfima y no alcanza para la cantidad de habitantes, con la denominada “redistribución de la riqueza” solo creamos más pobreza, ignorancia y corrupción. Si a esto le agregamos la falta de infraestructura y material didáctico (libros, bibliotecas, computadores, materiales de laboratorio) estamos hablando de una crisis latente en la sociedad.

El gobierno debería invertir más dinero por alumno, mejorar los pagos a los decentes, previa evaluación claro. Esto se resume con la entrega de los colegios a los profesores, para que ellos lo administren y se preocupen por la implementación, remodelación y costos de la institución, porque si esperan dinero del gobierno central o regional seria una perdida de tiempo para los profesores y horas de aprendizaje para los alumnos. Los colegios públicos que no perderían esa categoría, estarían administrados por profesores peruanos, de este modo, mejorarían sus sueldos, se preocuparían por mejorar la enseñanza, tendrían un dinero asignado para inversión e innovación permanente, ocuparían el total de su tiempo en crear nuevas formas de enseñanza – y no en huelgas, paros, protestas y marchas – la calidad educativa iría en aumento y los alumnos se formarían con amplio conocimiento en todas las materias, para continuar su desarrollo adicional en las universidades o instituciones técnicas del Perú.

Con cientos de colegio administrados por profesores que compiten entre si por tener la mayor cantidad de alumnos, la calidad de la enseñanza seria desprendida por la sociedad y particularmente por los padres, quienes decidirán donde matricular a sus vástagos. Se podría considerar algún pago de los alumnos por concepto de matriculas, pensiones y otras cosas, pero seria mínimo, sin embargo, ya tendrían la oportunidad de acceder a una educación de primer nivel con bajos costos y con carácter público, todo un golazo para el gobierno. Obviamente que para los pagos, la economía tendría que mejorar inexorablemente, pero ese es otro tema, lo importante es solucionar el problema de la educación y esta es una de las formas para hacerlo. Espero que los gobiernos se preocupen por mejorar esta situación que solo crea personas con niveles culturales pobres y aspiraciones escasas en la sociedad.

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